Gracias a esto, el pastel del mercado del K-pop ha crecido, pero BTS sigue teniendo problemas. [Área de investigación pública de Yoon Ji-hye] | DAUM (TRADUCCIÓN)
Gracias a esto, el pastel del mercado del K-pop ha crecido, pero BTS sigue teniendo problemas.
Jihye Yoon Columnista 29 abr. 2024, 17:52
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[Columna de Yoon Ji-hye Yoon] El mercado del K-pop está cosechando los frutos de un pastel más grande. Detrás de las luchas internas en el seno de la familia Hive, que podría decirse que son los Vengadores del ascenso del K-pop a la fama mundial, se esconde la codiciada cuestión de quién contribuye más a un determinado gran pastel o, en otras palabras, a quién pertenece realmente el pastel.
Cuestiones de esta naturaleza no son fáciles de desentrañar. Si a esto añadimos el lenguaje poco refinado y las emociones descontroladas de una de las partes, y el aumento de dopamina del público, la petición de HYBE de que se le reconocieran sus derechos de auditoría, que era una respuesta obvia a lo que llamó un «intento de absorción por parte de la dirección», se ha convertido en una inesperada batalla de lodo.
Y ha habido una víctima desafortunada. BTS ha aumentado el tamaño del mercado del K-pop y ha elevado el perfil de Corea del Sur a nuevas alturas. Su influencia es tan grande que los coreanos en el extranjero están de acuerdo. Dicen que BTS les ha facilitado la vida y les ha hecho sentirse más orgullosos de ser coreanos, ya que se han interesado más por Corea.
El éxito masivo de BTS ha contribuido a cambiar la visión que el mundo tiene del K-pop. Esto ha facilitado que grupos de ídolos con talento se expandan en el extranjero, con New Jeans y Fifty Fifty como dos de esos ejemplos. Sin embargo, BTS se enfrenta ahora a una situación en la que han pasado de ser el blanco de miradas a ser objeto de teorías conspirativas irracionales y extravagantes.
Es un giro embarazoso de los acontecimientos para el grupo, que ha estado sorteando una crisis de inactividad que comenzó cuando un miembro tras otro se incorporó al servicio militar. El fango salpicado por la pelea ha sido enterrado por el objeto de su afecto. El problema es que la cosa no acaba ahí, ya que el bochorno y la vergüenza suelen dejar una cicatriz duradera.
La propia naturaleza de la difamación enturbia las aguas, y se trata de una epidemia de difamación causada por personas que se centran en cómo pueden avergonzar profundamente a sus oponentes, en ataques motivados por la ira, en lugar de enfrentarse a los verdaderos problemas que hay que afrontar. Sea cierto o no, tiende a infligir heridas internas devastadoras a todos los implicados, y con tantas figuras clave del K-pop envueltas en la refriega, nos preocupa profundamente el impacto que tendrá en la industria.
La buena noticia es que BTS aún está en su mejor momento, por lo que no se ha visto del todo expuesta. Pero ya no es seguro. Ha llegado el momento de dejarse de acusaciones y afrontar el problema de frente para encontrar la solución adecuada. Al igual que la franquicia de Los Vengadores alcanzó un nuevo nivel de evolución con Capitán América: Civil War, esperamos que la problemática situación actual del K-pop sirva como su propia Civil War, un dolor de crecimiento que lo haga más influyente que nunca.
[Columnista Yoon Ji-hye news@tvdaily.co.kr, Foto = DB]
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Fuente: DAUM
Traducción: 영숙 Young-Sook